Primavera

El quejido profundo de las saetas rasga el silencio de la tarde noche en las calles de la Villa, teñidas de nazareno. El estruendo de tambores y cornetas, el olor de los cirios quemados. Anuncios de muerte y resurrección.
En nuestros campos resucita la naturaleza. El color nazareno del cantueso, el canto de los pájaros, el croar de las ranas en las charcas, el olor de las flores. Espíritu y naturaleza. Tránsito breve al estío extremeño. Días de primavera en "La Jiguera".